Francisco Umbral
“Escucho con mis ojos a los
muertos” dijo Quevedo.
Siempre podremos escuchar con nuestros ojos a los
libros.
–¿Por qué escribe usted
tantos libros?
–Por el olor.
Y no me entienden. Creen que
escribo muchos libros –que tampoco son tantos– por el dinero, por la impaciencia,
por la avaricia (eso sí que da risa) o por la gloria (todavía más risa). Y no,
yo escribo los libros por el olor, por esa emoción silvestre y culta a la vez
de oler por primera vez un libro, un libro mío.
Por el olor. Se escriben
libros por el olor. Yo he observado a otros escritores y todos huelen sus
libros.
Escribir un libro, conocer a
una muchacha, jugar con un niño, subir a un árbol. Mundos pequeños e intensos,
microcosmos donde está todo el cosmos.
Acabo de escribir otro libro.
Francisco Umbral – Mis paraísos
artificiales
Es verdad, yo, de publicar un libro, lo primero que haría sería olerlo :)
ResponderEliminarBesos!
Siempre podemos oler libros ajenos, sería como un premio consuelo... Yo huelo los libros que compro, y todos huelen diferente :p
EliminarHabrá que inventar el olor para los e-books ...
ResponderEliminarYa se inventó eso del olor para internet, estoy seguro de haberlo leído en algún lado... Pero no es lo mismo, me parece que vamos a seguir prefiriendo el olor natural de las cosas, espero :p
EliminarAdemás que es verdad, nada da tanto placer como coger un libro y olerlo, sobre todo si lo has escrito tú.
ResponderEliminarEn mi caso, estoy seguro que nunca sucederá... Pero me conformo con oler libros ajenos :p
EliminarEs una hermosura esto. Por esa y más razones, muerte al e-book! que los libros de verdad no necesitan batería.
ResponderEliminarBeso grande Dan!
Viste que lindo? Tendría que subir más cosas de Umbral, se lo merece...
EliminarBeso beso! (Dos besos ;p)
Yo no he escrito ningún libro pero cuando escribo, siempre lo leo y me huele a... tantas cosas, unas agrias y otras dulces, a veces es un olor a higo y otras me da como a canela, ese olor, ¿sabés? como a canela, que te sabe pero pica un tanto al paladar así me huele-sabe cuando leo lo que escribo.
ResponderEliminarOye, te vine a buscar. Tenía rato de no leerte. Un abrazo virtualmente oloroso. ;)
Tanto tiempo!!!
EliminarEl olor a higos es de mi infancia, en casa de mi abuelo había una higuera... Tal vez sin querer, evocamos esos recuerdos cuando leemos o escribimos... Quien sabe...
Sigo aquí, no tanto como me gustaría, pero sigo...
Besos de canela! :)
Yo también huelo mis libros ( y utilizo el pronombre posesivo no porque sean de mi autoría, por el simple hecho de que cualquier libro que llega a mi biblioteca pasa a ser mío- los prestados a veces regresan a sus dueños, pero claramente, con otro perfume-)
ResponderEliminarMe gusta el aroma a libro viejo,olvidado en una librería de segunda mano, el de las hojas amarillas es mi preferido!
Hacía bastante que no pasaba por acá. Muy buena esta entrada, Dan, imposible evitar un comentario personal al respecto.
¡Saludos con...perfume a libro nuevo,empaquetado con...¿papel film?! :P