28 de mayo de 2013

Los hermanos


Bïa Krieger y Lhasa de Sela cantando "Los Hermanos" de Don Atahualpa 





Yo tengo tantos hermanos 
Que nos los puedo contar
En el valle la montaña
En la pampa y en el mar

Cada cual con sus trabajos
Con sus sueños cada cual
Con la esperanza adelante
Con los recuerdos detrás
Yo tengo tantos hermanos 
Que nos los puedo contar

Gente de mano caliente
Por eso de la amistad
Con un lloro pa’ llorarlo
Con un rezo pa’ rezar

Con un horizonte abierto
Que siempre está más allá
Y esta fuerza pa’ buscarlo
Con tesón y voluntad

Cuando parece más cerca
Es cuando se aleja más
Yo tengo tantos hermanos
Que no los puedo contar

Y así seguimos andando
Curtidos de soledad
Nos perdemos por el mundo
Nos volvemos a encontrar

Y así nos reconocemos
Por el lejano mirar
Y esas coplas que mordemos
Semillas de inmensidad

Y así seguimos andando
Curtidos de soledad
Y en nosotros nuestros muertos
Pa’ que nadie quede atrás
Yo tengo tantos hermanos
Que nos los puedo contar
Y una hermana muy hermosa
Que se llama libertad

Atahualpa Yupanqui

17 de mayo de 2013

Es mejor caminar


Play: 


Decidieron compartir melancolías
soledades y fantasmas a la par
miedos locos tristezas y alegrías
y juraron no engañarse nunca más
decidieron vadear el ancho muro
que separa la mentira del perdón
y revolcarse en el olvido hasta borrar
las heridas de una espina envuelta en flor

Es mejor caminar que parar y ponerse a temblar

Hoy la vida les sonríe y Dios dirá
si el futuro les depara un buen color
regalándoles otra oportunidad
de empezar con su pie bueno y ya van dos
y mil veces más tendrán que recorrer
la vereda más incierta y perdonar
mientras no les lluevan piedras les irá mejor que bien
ojalá que el sol no deje de brillar

Es mejor caminar que parar y ponerse a temblar

Y confío en que no olviden el infierno
y los motivos que les llevaron allí
y que la vida no les guíe hasta lo negro
espiral de donde no hay forma de salir
y una lágrima es mayor que el mar entero
cuando el viento lleva a lomos la traición
porque la vida se convierte en un invierno 
tenebroso para dos

Es mejor caminar que parar y ponerse a temblar

Carlos Goñi - Revólver

10 de mayo de 2013

Los miedos olvidados



Casi siempre las cosas suceden de forma bien diferente a como las hemos anticipado; es por esto que de nada sirve ensayar de antemano una conversación, o una actitud, o incluso el modo de comunicar a alguien una decisión que juzgamos irrevocable…

…Y no deja de ser curioso que, no obstante, nos sigamos empeñando en vivir la vida de antemano, en imaginar, presentir y suponer; en idear una y mil maneras de colocar sobre el tablero de la vida las piezas que harán, de situaciones casi totalmente imprevisibles, otras situaciones diferentes, parecidas a como queremos que sean, o como creemos que deberían ser. Se debe tal vez ello a la tenaz persistencia del hombre en creer, contra toda esperanza, que es él en última instancia el dueño y señor de su destino; que el libre albedrío es un regalo o un don y no un castigo, y que está en su mano disponer las reglas según las cuales se van a regir las diferentes etapas de su vida. Y aunque si bien es cierto que las grandes decisiones sí las tomamos nosotros, todas aquellas otras decisiones más pequeñas que en su infinita continuidad nos han ido llevando a ellas, y a las que casi no prestamos atención, son obra en su mayor parte de cosas o personas que nos son ajenas, sobre las que no tenemos el menor dominio, y cuyo comportamiento nos resulta imposible tanto preveer como modificar. 

Verónica Fernández Muro - Los miedos olvidados

7 de mayo de 2013

Between the bars


Lhasa de Sela y Patrick Watson.
Cantando “Between the bars”, de Elliott Smith.
Es como dice uno de los comentarios que alguien dejó en el video: 
“fuck, this is beautiful”…


1 de mayo de 2013

Cerrado por melancolía


A lo mejor escribir no sea más que una de las formas de organizar la locura. Este libro no es más que una forma de organización o entendimiento de mi historia personal…
…De ese entendimiento, de esa melancolía (para el caso es lo mismo), nació este libro. Pero sólo el tiempo con sus mudanzas dirá si permanece.
De cualquier forma quien abra este libro se encontrará con que está dedicado a mi analista. Quizás, como el loco aquel, yo también podría escribir: “No me cure la locura, doctor, es lo único que tengo”.

Isidoro Blaisten - Cerrado por melancolía