Hay días en que adentro llueve, aunque afuera un sol rabioso, insista en convencerme de lo contrario.
Es el amor. Tendré que ocultarme o huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes:
el ejercicio de las letras, la vaga erudición,
el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte
para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad,
las galerías de las bibliotecas, las cosas comunes, los hábitos,
el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos,
la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente,
ya el hombre se levanta a la voz del ave,
ya se han oscurecido los que miran por la ventana,
pero la sombra no ha traído la paz.
Es ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz,
la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con su pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal, ella no la ha visto)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
Jorge Luis
Borges
Qué melancolía transmite esa canción...Parece que no soy la única a la que este día soleado no la invadió. Tengamos la certeza de que ya saldrá el arcoíris interno y se aplacará el temporal. Esta habitación es irreal.
ResponderEliminarNo te mojes, vení que te hago un lugarcito abajo del paraguas :p
EliminarEsa "canción" es una de las Gnossiennes de Erik Satie, la Nº 1. (Me gusta más la Nº 3, pero encontré esa con esas fotos y me encantó)
Tengamos la certeza...
Te entiendo claramente. La otra vez me pasó que encontré una postal de un ilustrador uruguayo, que dibujó muchos edificios grises en un día de lluvia, y a una nena de rojo volando con un paraguas por la ciudad.
ResponderEliminarLa postal decía una gran verdad: "No hay nada más gris, que Montevideo cuando llueve."
Esa vez que me topé con esa postal, me sentía hermosamente triste, y afuera había un sol gigantesco, rotundo y delicioso.
Quería ser menos dramática pero no pude.
Es insoportable a veces.
Hacía pila que no te visitaba.
Hola! Tanto tiempo!
EliminarMe gustó mucho tu comentario, no es común hoy en día, escuchar que alguien diga que se sintió "hermosamente triste"...
Hay socialmente, como una especie de campaña para eliminar la tristeza, se la combate como si fuera el peor de los enemigos, nadie quiere sentirse triste. Eso siempre me pareció una gran tontería, es tan tonto como querer eliminar la noche, o el invierno. La noche es necesaria para que exista el día, el invierno es necesario para que exista el verano, y la tristeza es necesaria para que exista la felicidad... A ver si se enteran!!! Jajaja!!!
Beso!
Lo que me pasa con la poesía de Borges es lo que no percibo del todo en sus cuentos. Supongo que era alguno de aquéllos Borges que nombra la crítica, esa otra cara de él, que no se veía tanto.. Personalmente, es la que más me gusta. ¡
ResponderEliminarEl otro día ví en la librería un libro de él con su poesía completa a ciento y pico de pesos, nada más... Me lo quería llevar a toda costa... ((Decí que estoy en plan de ahorro extremo por una linda causa, pero qué tentación))
¡Besos Dan!
La mejor crítica que leí sobre Borges la hizo Francisco Umbral. Dijo que a Borges le falta sexo. Por todo lo demás Borges fue un genio -sin duda- pero a veces se hace insoportable esa constante ausencia de erotismo en casi todo lo que escribió. Acá en "El amenazado" se arrima un poco a la sensualidad, pero un poco nada más...
EliminarNecesitás un novio que te compre libros, urgente!!!! Jajaja!
Beso!
Y, teniendo en cuenta esa crítica, entiendo por qué a mí también a veces se me volvía insoportable. Era un tipo brillante, pero hay una frialdad que a mi no me llamó la atención. En el amenazado es tal cuál como decís vos, eso cambia. Me acuerdo que la primera vez que lo leí, realmente, me pareció precioso y me cambió un poco la visión que tenía de Borges.
EliminarUn profesor de literatura que yo tenía, cuando iba a talleres, decía que si querías leer cuentos que se asemejaran al mecanismo de un reloj, lo leyeras a él. Quizá con la poesía se sale de eso y paf, ahí es donde me quiero comprar el libro jajaja.
Me gustaría, no voy a negarlo, que en un futuro el señor novio me sorprenda con esos libros que uno pospone. Creo que viviría colorada, pero feliz. Serían los " caprichitos" más culturales y disfrutables de todos. ¿Qué mejor que regalarle un mundo encuadernado a una pareja?
¡Además, yo le explicaría algunas cosas si es de esos que a mí me pierden! (Hace negocio, hace negocio jajajaja)
¡Besos!