12 de marzo de 2016

Niño

La niña sabe que la muñeca no es real, y la trata como real hasta llorarla y disgustarse cuando se rompe. El arte del niño es la irrealidad. ¡Bendita esa edad equivocada de la vida, cuándo se niega el amor porque no hay sexo, cuando se niega la realidad por jugar, tomando por reales a cosas que no lo son!
Que yo siga siendo un niño y me quede siéndolo siempre, sin que me importen los valores que los hombres conceden a las cosas ni las relaciones que los hombres establecen entre ellas…
…El niño no da más valor al oro que al vidrio. Y, en verdad, ¿vale más el oro? El niño juzga como absurdas las pasiones, las rabias, los recelos que ve esculpidos en los gestos adultos. ¿Y no son en verdad absurdos y en vano todos nuestros recelos y todos nuestros odios y todos nuestros amores?...
…¿Será Dios un niño muy grande? ¿El universo entero no parece ser un juego? ¿Una partida de niño travieso? Tan irreal, tan (…), tan (…)

Fernando Pessoa – Libro del desasosiego

…El niño nos mira, nos ve desde adentro. Y nos sentimos contemplados por él y esto nos pone violentos, forzados, porque sabemos que le estamos traicionando, que le estamos falseando.
Baudelaire define al genio como la infancia recuperada. No hay otra definición. El genio creador dispone siempre de su infancia, la tiene ahí, viva, al alcance de la mano. En la vida es inevitable traicionar al niño que llevamos dentro, en el arte se le puede salvar, conservar. Por eso el arte es sagrado. Solo cuando hacemos arte, el niño está contento, vive, juega. Luego nos ponemos importantes, nos miramos a los espejos, nos cambiamos de corbata. -Oh Umbral…- Y ya lo hemos estropeado todo.

Francisco Umbral – Mis paraísos artificiales

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