11 de septiembre de 2015

Paciente

Culminada la espera en la sala de guardia de un hospital, uno termina comprendiendo definitivamente y para siempre, el verdadero significado de la palabra “paciente”…
Pasan las horas, y hay mucho tiempo para meditar. Y de tanto meditar uno podría llegar a convertirse al hinduismo, morir en la sala de espera y reencarnar por ejemplo, en un conejo…

- Número 187, pase por favor…
- Pss, pss, aquí, aquí abajo doctor
- Pepepero usted es un conejo…
- Si doctor, ya no hace falta que me atienda. Pero si no es mucha molestia ¿podría conseguirme una zanahoria? 

6 comentarios:

  1. ¡Holaaa, Dan! Tanto tiempo...¿Cómo estás?

    Las esperas en las guardias son insoportables y más aún cuando alrededor hay una orquesta de situaciones más graves (en apariencia) que la propia y uno desea que atiendan rápidamente al resto hasta que un síntoma personal aparece y... Se sigue esperando pero también se deja pasar a otros.

    Tu imagen como conejo me hizo acordar a " Carta a una señorita en París " ¿ Cómo sería la presencia del que vomita conejitos en una guardia? ¿Qué pensaría el resto de él?

    Espero que tu salud (ya sea como conejo u humano) esté bien!!

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    1. Hola Lulú!
      Gracias por tu comentario… Pensé que me había quedado más solo que Martín Santomé después de la muerte de Laura Avellaneda…
      No estoy bien de salud, lamentablemente. La mala noticia es que no me voy a morir :p
      Tengo síndrome vertiginoso inespecífico. (Inespecífico porque todavía los médicos no saben qué lo está provocando)… Ya sé que no tengo la enfermedad de Meniere, ni tengo vértigo posicional paroxístico, ni vestibulopatía periférica, ni nada de una larga lista de enfermedades rarísimas que pueden provocar vértigo (Uy! como la canción de Calamaro: “No sé lo que tengo, pero sé lo que no tengo” Jajaja!)… La cuestión es que estoy mareado casi todo el tiempo, y diría que hasta ahí, es algo medianamente soportable. Pero cada 15 o 20 días me agarra como un ataque de vértigo, me mareo muchísimo, todo me da vueltas, pierdo el equilibrio, siento que no puedo respirar… Y por eso termino siempre en la guardia del hospital… Y tenés razón, uno desea que lo atiendan rápido -y generalmente me atienden rápido- pero creo que la última vez que fui tuve mala suerte, parece que fue “el día de todos los accidentados”. Cada vez que estaba a punto de entrar al consultorio, caía uno con fractura expuesta, otro con un dedo cortado, (ese día me tocaron tres con dedos cortados Ja!) un atropellado, otro que se cayó de una moto, y así… Y bueno, es lógico tener que esperar, no me puedo quejar. Además, siempre me han tratado muy bien en el hospital. En mi primera consulta con el neurólogo me atendieron cinco médicos de distintas especialidades, me revisaron de pies a cabeza. Me tuvieron una hora y media en el consultorio, sentí como si hubiera estado en un capítulo de “Dr. House” Jajaja! No sé, tuve obras sociales, y de las muy caras, pero siempre preferí que me atendieran en el hospital. Creo que en el hospital el trato con el paciente es más humano, en la obra social sos un número y nada más. No sé, será que así lo percibo yo…
      Uy! Escribí demasiadas cosas que no le interesan a nadie! Perdón! :p
      No recuerdo de qué iba “Carta a una señorita en París”. Lo debo tener por ahí en alguna recopilación, lo busco y después te digo qué pensarían de mí si vomitara conejitos... Y ya que lo mencionaste al Julio, diría que mi vértigo se parece mucho a “Continuidad de los parques”. (Ese sí lo recuerdo bien). Porque el vértigo inevitablemente me da miedo, y el miedo me provoca más vértigo, y más vértigo es más miedo, y más miedo es todavía más vértigo. Es continuo y va creciendo, como en el cuento, no?
      Bueno, otra vez gracias por comentar. Y espero que estés bien!
      Nos vemos por aquí, si mi vértigo me lo permite…
      Beso!

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    2. Ay! Me intereresó tu respuesta!! Qué feo lo que estás afrontando. En parte, te entiendo porque suelo sufrir de vértigo por contracturas en la cervical. Con masajes lo voy tratando aunque en las primeras sesiones,siempre, me vaya más mareada. Dramamine y Reliverán suelen ser mis amigos inseparables en épocas agudas.Tal vez, sean tus compañías actuales.
      Espero que la continuidad se te termine de una vez por todas,los médicos tienen que darle en la tecla... "que el vértigo pase y que en nuestras ventanas luzca el sol cada mañana". Tratá,en la medida de lo posible, de estar relajado y de no leer en un sillón de terciopelo verde, che,no sea cosa que suceda estrictamente lo de "Continuidad de los parques".
      Fuerza positiva para vos!!
      Beso!

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    3. Hola!
      Recién terminé de leer “Carta a una señorita en París” (Creo que lo había leído en la secundaria, o por ahí, allá lejos y hace tiempo)… Entonces ¿qué pensarían de mí si vomitara conejitos?... Respuesta: Trato que me importe lo menos posible lo que piensan los demás. (Trato, no siempre puedo). Es que hace daño vivir pensando en qué piensan los demás, hace mucho daño. Tanto que al final, en el cuento, las opciones son matar a los conejitos y el suicidio. Claro que para la literatura no serviría la historia de un tipo al que no le importa nada lo que piensen los demás y que va por la vida de lo más feliz vomitando conejitos, ahí no hay conflicto, no hay nada que narrar. (Y si se narrara, sería una historia espantosamente boba).
      ¿Entonces la felicidad consistiría en pasar por la vida como un bobo? Es posible :p
      Yo no estoy tomando ningún medicamento -por ahora-, para no “enmascarar” los síntomas. Los médicos me necesitan lo más mareado posible, para averiguar qué tengo. Si tomo algo no tengo síntomas, y sin síntomas no hay diagnóstico. El miércoles tengo mi última resonancia -espero que sea la última- y después veremos si me medican.
      Entonces vos también sos vertiginosa? Somos compañeros de vértigo? Mirá vos, qué sorpresa! Ja! “Unidos por el vértigo”… Sería buen título para una mala película, de esas que pasan en la tele los domingos a la tarde :p
      Gracias por la “fuerza positiva” (me hace falta)
      Y Feliz Primavera!

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  2. Jajaja menos mal que no encarnas en otra cosa..
    El tema que el tiempo que estas en la sala de espera es inversamente proporcional al tiempo que estas en el consultorio... Y te vas diciendo "para esto espere dos horas"...

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  3. Reencarnar en lombriz, y que al médico le guste salir a pescar los fines de semana, sería un problema... La pasaría realmente mal. Ja!
    Yo desarrollé una "teoría": Si pagás un médico particular o vas a una obra social, te atienden rápido, pero mal... Si vas a un hospital, tardan bastante, pero te atienden bien...
    He aquí mi experiencia: Una vez pagué -mucha plata- por una consulta con un gastroenterólogo (tenía las tripas muy revueltas desde hacía muchos días). El medico me pide que describa los síntomas, y sin que yo terminara de decir la segunda frase, veo que se pone a escribir (estaba haciendo la receta). Me dio el papelito y me dijo: tomá esto y volvé la semana que viene. La consulta duró menos de dos minutos, un record. Jajaja!
    En cambio en el hospital, si bien a veces hay que esperar, siempre me han atendido como mínimo tres residentes. Los residentes te revisan -de pies a cabeza- se toman su tiempo. Más o menos por la mitad de la consulta, llaman al jefe de residentes, comentan el caso y te vuelven a revisar. Después el jefe de residentes llama al especialista -de acuerdo a lo que creen que tenés- y con el especialista, te vuelven a revisar. Obviamente siempre te toman la presión, me han hecho electrocardiograma, radiografías, todo dentro de la misma consulta. Por eso decía más arriba, que a veces te sentís como en un capítulo de "Dr House"...Tenés como mínimo cinco médicos encima, y a todos se los ve muy interesados en descubrir de qué va tu enfermedad.
    Otra vez escribí demasiado, perdón :p
    Y tu "nosabenocontestacito"? Como está?
    Beso!

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