Culminada la espera en la sala de guardia de un hospital,
uno termina comprendiendo definitivamente y para siempre, el verdadero significado
de la palabra “paciente”…
Pasan las horas, y hay mucho tiempo para meditar. Y de tanto
meditar uno podría llegar a convertirse al hinduismo, morir en la sala de
espera y reencarnar por ejemplo, en un conejo…
- Número 187, pase por favor…
- Pss, pss, aquí, aquí abajo doctor
- Pepepero usted es un conejo…
- Si doctor, ya no hace falta que me atienda. Pero si no es
mucha molestia ¿podría conseguirme una zanahoria?