"Un espejo no improvisa, no se toma libertades.
Un espejo copia, imita, se enamora de su modelo y eso es todo"
En realidad es muy simple, sólo pienso en mí. Todo lo que me interesa en este mundo, está de algún modo relacionado, más o menos íntimamente conmigo. Adoro empezar las oraciones con la palabra YO. YO es como un exquisito postre, lo saboreo lentamente, consintiendo a mi paladar, a mi lengua…
Lo que me interesó de esta mujer, fue su parecido físico conmigo, me vi en ella como un espejo humano que se mueve, habla, me sigue. Que fascinante fue reconocer mi rostro sobre el cuerpo de una mujer. Inmediatamente, me enamoré de mí…
Me llevé bien conmigo, bueno, hasta el accidente…
El YO ya no servía, excepto para decir: YO tengo mucho dolor. El dolor me superaba y ocupaba todo el lugar, en el accidente perdí la mitad de mi rostro... Finalmente el dolor desapareció…
El YO volvió a ocupar su lugar habitual en mi boca: YO tengo calor, YO tengo hambre, YO estoy cansado, YO estoy bien. Todo había vuelto a la normalidad y sin embargo no todo estaba bien, ya no podía vivir así conmigo. En realidad es muy simple, su suave rostro observándome, aunque ya no se veía como el mío, se parecía tan poco a mí que comencé a odiarla. Un espejo no improvisa, no se toma libertades. Un espejo copia, imita, se enamora de su modelo y eso es todo.
En cualquier caso, en realidad es muy simple, después de eso, volví a enamorarme de mí mismo inmediatamente…
Alain Gagnol - Jean Loup Felicioli
Buena reflexion Dan, tienes un bonito espacio.
ResponderEliminarque tengas una buena semana.
un saludo.
Muchísimas gracias Ricardo! Me siento conmovido por tus palabras, que un escritor valore este humilde espacio, me llena de emoción. Un gran saludo! Y otra vez muchísimas gracias!
EliminarEl yo esta ligado a la existencia así que todos somos egocentristas, al menos esta que deseáramos la muerte, es una interesante cuestión
ResponderEliminarHay grados de egocentrismo... Arruinar la vida de otra persona, para igualarla a la nuestra, ya puede considerarse una enfermedad grave.
EliminarTodos lo hacen, el siglo 21 en sí es un gran ejemplo y mas con las redes sociales, no cree?
ResponderEliminarEs genial, Dansan! Muy bueno el relato, permite relaciones con esta realidad de apariencias en la que a veces algunos dejan de lado lo ajeno por la necesidad enfermiza de mostrar lo propio porque actualmente si nadie ve algo aparentemente ese algo no existe entonces todo se expone(Y las redes sociales como dice Ricardo en el comentario anterior son un claro ejemplo)"Yo esto", "yo aquello" y son pocos a los que les interesa adentrarse en los sentidos dentro de sí o hurgar en los ajenos porque el "yo" está en la lista muy lejos del resto de los pronombres personales (tú, él, ellos). Creo que nos toca un poquito a todos aunque,obviamente, en diferente medida. Un beso!
ResponderEliminarCreo que lo que nos toca un poquito a todos, es el miedo que sentimos hacia lo que identificamos como diferente. Mostrar lo propio de una manera exagerada es una forma de huir, de ocultar ese miedo. Hacemos mucho ruido para no escucharnos, para no detenernos a pensar.
EliminarLa semana pasada una amiga me contó un problema que tuvo, y se me ocurrió recomendarle una película, que justamente trataba sobre ese problema. Me dio las gracias, pero dijo que prefería no ver esa película, que prefería no pensar...
Y yo pienso, así estamos...
Beso!
Y otra cosa interesante que he venido dándome cuenta con el tiempo y la experiencia es que ese acelere de demostrarlo todo como lo menciona lunática da como efecto la perdida de la capacidad de sufrir, uimos mas de lo normal de todo aquello que cause "dolor" y lamentablemente dentro de ese conjunto entra muchas veces la verdad de la fragilidad de la propia existencia.
ResponderEliminarTodos nos creemos muy valientes Ricardo, conquistamos el mundo, llegamos a la luna, pero a la hora de mirarnos a nosotros mismos, salimos corriendo...
Eliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=fsAGpw5uwDU o en palabras del tango
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